• ' r-SJ
tú ;ivn
y.‘ a i i
?;«! üiii
PROLOGO
La reimpresión de este folleto obedece a razones que es menester
exponer:
La primera y mayor es ofrecerla a Nelly Couñago de Soler como
homenaje a su memoria, tan presente entre quienes la conocieron, y
cuyo trabajo en La Mina fuera de aporte tan valioso.-
La segunda es divulgar la significación del Núcleo de La Mina en el
proceso de la Educación Rural del Uruguay. Sin duda se trata de la
experiencia de mayor magnitud que se ha emprendido en las últimas
décadas, llevada adelante por el talento y la calidad humana de Miguel
Soler y su equipo, en lo que a obra educativa se refiere. De la deteni¬
da lectura de esta publicación se desprenderá para el lector lo que
aquí* señalamos.
La tercera razón es un reconocimiento en un doble sentido: uno, el
fermento que el trabajo del Núcleo ha dejado en el magisterio rural
nacional, el que se siente portador de las luces y las armas con las que
Soler y su gente iluminaron y lucharon. Otro, reconocimiento al fin,
de la carencia de responsabilidad y objetivos, de sentido de la realidad
y capacitación de aquellas autoridades de enseñanza que borraron de
un plumazo la estructuración délos servicios educativos para el medio
rural en un decreto fechado el penúltimo día de 1960. Dos reconocimien¬
tos de signos opuestos que hoy justifican la existencia del Instituto
Cooperativo de Educación Rural, depositario de aquellos mismos afa¬
nes que se dieron en La Mina.
Y una última razón: éste es el documento más fiel de un trabajo tan
maduro, tan pleno de amor y fe en la obra humana; el que con más ca¬
lor narra lo que pasó en los campos de Cerro Largo durante cinco
duros años de tarea común.
Como testimonio de gratitud a Miguel Soler, a los maestros y cola¬
boradores, y por ellos, esta reimpresión. Deseamos que siga siendo
un aporte permanente a la tarea noble que, todos los días, realizan los
maestros rurales de nuestro pais.-
Agosto de 1965
PALABRAS PREVIAS
En octubre de 1959 se cumplieron los cinco primeros años de exis¬
tencia del Primer Núcleo Escolar Experimental. La ocasión parece pro¬
picia para dar, como se hace en este folleto, una idea de su organización,
sus realizaciones y resultados. La índole de esta publicación obliga a ser
breves, a condensar en pocas páginas la descripción y el somero análi¬
sis de algo que requirió muchas jomadas de esforzado trabajo. Tal vez,
más que los detalles de método y las estadísticas minuciosas, que pu¬
dieron darse, importe poner de relieve un estado de ánimo: el de un gru¬
po de maestros que luchan por cumplir en medio de los campos su
trascendente oficio. Como este estado espiritual no nos pertenece en ex¬
clusividad y son muchos los maestros del campo y de la ciudad que o-
bran con sensibilidad social, aportamos los resultados de nuestra expe¬
riencia para que la información provoque, en loque convénga, la imita¬
ción, en lo que sea justo, la crítica y, en todo caso, la reflexión construc¬
tiva en beneficio de la educación.
La educación, como cualquier obra humana, debe tenerun sentido di¬
námico. Lo que aquí se detalla es lo que hemos podido y sabido hacer,
seguros de que nuevas experiencias modificarán nuestros actuales pun¬
tos de vista, tanto en materia de doctrina como de técnicas. No es malo
tener que modificar la estructura de una obra por mucho que se le quie¬
ra. Lo que importa es poder seguir siendo fieles al destino superior del
hombre, sirviéndole con el precioso instrumento que se nos ha enseña¬
do a usar: la educación.
í
No es posible pasar al relato de lo hecho sin tener una palabra de gra¬
titud hacia el fervoroso equipo de educadores que ha estado trabajando
con nosotros en La Mina. Su entusiasta juventud ha sostenido la obra; su
vocación les ha de permitir proseguirla y extenderla. Tal es nuestro de¬
seo, presintiendo que al hacer más felices y grandes a los hombres de
nuestro campo, estos educadores encontrarán su propia felicidad y gran¬
deza.
3
Miguel Soler.
> jeti v<
«L ine.fox’
Fue en uno de los últimos días de abril de 19¿5^ue un camión, car¬
gado de jóvenes maestros con sus equipajes, fue deteniéndose en algu¬
nas de las escuelas fronterizas de Cerro Largo para dejar allí a los
que en adelante serian llamados "'los maestros del Núcleo’’. Las gen¬
vudaj*
tes estaban acostumbradas a ver llegar, todos los años, a los maes¬
tros de sus hijos, con su modesto equipaje. El hecho de que esta vez
tantos maestros hicieran el viaje juntos pudo pasarles desapercibido.
Sin embargo, en ese hecho y en alguna que otra canción con que pre¬
tendieron afirmar en el camino su naciente amistad, radicaba la ex¬
plicación de los cambios que ocurrirían posteriormente. Se trataría,
de ahí en adelante, de un grupo de maestros, de un equipo de educado¬
res que por todos los medios posibles difundirían su mensaje, tan tras¬
cendente en su significado como breve en su enunciado: "vivir mejor".
El Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal había dado
aprobación al proyecto de creación del Primer Núcleo Escolar Expe¬
rimental algunos meses antes, el 7 de octubre de 1954, fijando como
zona de su acción la comprendida en la 5a. Sección Policial y Judicial
de Cerro Largo, entre la Cañada de los Burros, el rfo Yaguarón y la
Ruta 8 que desde Meló llega a Aceguá.
El ensayo de La Mina, llamado asi por tener su Escuela Central en
el paraje de ese nombre, obedecía al propósito fundamental de poner
bajo rigurosa prueba las posibilidades de la escuela rural uruguaya de
contribuir a modificar las condiciones imperantes en el medio en que
actúa. Una intensa tradición de tanteos, de reclamos, de discusiones,
de esfuerzos aislados y de anhelos comunes fortalecía en el magiste¬
rio su convicción de que la escuela del campo estaba llamada a una
obra más profunda que la simple labor docente con los niños.
4
La escuela rural había tomado conciencia de que el campo de nues¬
tro país, principalmente en los departamentos del norte, es el escena¬
rio abierto en que transcurre el drama de los llamados “rancheríos”
y sus decenas de miles de habitantes. Las Misiones Socio Pedagógicas,
que habían actuado en las regiones más vulneradas, habían contribuido
con su juvenil protesta a robustecer la necesidad de actuar sin demora.
Las experiencias, cada vez más extendidas, confirmaron que la escuela
rural y especialmente la Escuela Granja son capaces de incidir en el
futuro de la juventud al acometer el desarrollo de proyectos de traba¬
jo de decidido sentido económico, de raigambre rural y de calor soli¬
dario, principalmente por el funcionamiento de clubes de niños .y jóve¬
nes. Y como culminación de este proceso, quedó escrito, oficialmente
y en vigorosas letras mayúsculas en el programa escolar vigente, que
la escuela rural “es del pueblo, porque es la casa de los hijos del pue¬
blo”.
Recogiendo esta trayectoria fue creado el Núcleo Escolar de La Mi¬
na, como punto de .encuentro del intenso drama social de nuestra cam¬
paña con el no menos intenso fervor del magisterio, añadiendo a esta
fórmula un'ingrediente esencial: una doctrina educativa.
Debe ser reconocido aquí el hecho de que la experiencia de La Mina
recoge, tanto como las inquietudes y soluciones nacionales, los plintos
de vista de los organismos internacionales, las enseñanzas de la expe¬
riencia universal en materia de educación en los medios de incipiente
desarrollo.
El trabajo de La Mina está enfocado como un típico proyecto de edu¬
cación fundamental o, si se prefiere, de educación o desarrollo de la
comunidad, términos que con ligeros matices traducen el propósito de
ayudar por la educación a las familias y a las colectividades a obtener
un mejor nivel de vida, principalmente por la localización de sus inte¬
reses y el empleo de sus propios recursos y valores.
5
De ahí que las escuelas de La Mina mantengan un estrecho contacto
con toda la población yen su programa valgan tanto las preocupaciones
culturales como las que surgen de los problemas sanitarios o económi¬
cos. Se trata, entonces, de un trabajo educativo integral, en el doble
sentido de que debe llegar a los pobladores de ambos sexos de distin¬
tas edades y debe enfocar todos los problemas que tienen que ver con
el bienestar rural. Es claro que propósitos tan ambiciosos no pueden
lograrse en las condiciones en que trabaja la escuela rural común. Ha¬
bía que dar a las escuelas del ensayóla doble fuerza de una organiza¬
ción y de un método de trabajo.
En cuanto a la organización, las seis escuelas con que se inició el
ensayo, asf como la séptima creada en 1955, actúan con un sentido so¬
lidario de su labor. Una de ellas, la No. 60 de La Mina, es la Escuela
Central. Las otras seis, ubicadas alrededor de ella, son las Escuelas
Seccionales, todas desde luego rurales. Son: laNo. 28 de Puntas de La
Mina, la No. 44 de San Diego, la No. 69 de Cuchilla de Meló, la No. 91
de Paso de Meló, la No. 99 de Pueblo Noblía y la No. 113 de Paso de
María Isabel.
El programa de acción docente con los niños es el vigente para todas
las escuelas rurales del país. El plan (fe acción social con los vecinda¬
rios es acordado en común por el personal de las escuelas, adaptándo¬
lo en cada zona a las necesidades del medio. Esto se traduce en vina
mayor efectividad del trabajo, en una economía de fuerzas, en vina in¬
fluencia mayor sobre la población, en una regionalización de la vida
social, tan rudimentaria en nuestras zonas rurales.
Para poder hacer frente a la amplitud del programa el Núcleo cuen¬
ta con un equipo de especialistas, quienes no tienen clase ni escuela a
su cargo. Rotan por las diferentes zonas, asesoran a los maestros, se
vinculan con los grupos de vecinos que se han organizado. De este mo¬
do, es posible enfocar los aspectos agronómicos, sanitarios, recreati¬
vos del plan, la producción y uso de ayudas audiovisuales, etc.
6
En cuanto al método de trabajo, basado principalmente en la doctri¬
na que con el nombre de "educación fundamental" ha propiciado la
UNESCO, no contiene, por cierto, mayores secretos técnicos. Diría¬
mos que no le son ajenos los principios generales de la educación, en
cuanto toma los intereses del educando, en este caso la comunidad,
como palanca esencial, pretende abarcar todos los sectores de la vida
humana, basa su acción en el conocimiento de la realidad por medio de
la investigación y, más que en la abstracción de un ideal a alcanzar,
insiste en apoyarse en la realidad para superarla paso a paso, sin rup¬
tura cón la concepción que de la vida tienen las gentes.
No se trata, por cierto, de que el educador cree un mundo mejor, si¬
no de que ponga al alcance de las gentes estímulos y razones para que
ellas ansíen vivir en ese mundo mejor y, por sus fuerzas, hagan posi¬
ble su advenimiento. El maestro no sustituye al pueblo en la obtención
de su bienestar, como personaje de mayor cultura y extraño al medio
que toma sobre síla obra de mejoramiento común. Tal acción termina¬
ría provocando los efectos de la filantropía menos exigente. Por el
contrario, en La Mina el maestro ocupa supuesto de vecino para des¬
pertar y poner en juego las fuerzas de los demás, crear tradición de
autorresponsabilidad, hacer que el pueblo llegue a sentir el legítimo
orgullo de haber creado una vida más plena.
Posiblemente sea más práctico no extenderse aquí en enunciados
doctrinarios, pues en los próximos capítulos la teoría del trabajo del
Núcleo surgirá claramente de la descripción de sus realizaciones.
Tal vez sea necesaria una referencia, aunque sea muy ligera, a la
zona de trabajo del Núcleo. Ocupa unos 250 kilómetros cuadrados y
es habitada por 2787 pobladores, agrupados en 528 familias en su ma¬
yor parte de agricultores. Es una población de medianos y pequeños
productores. Prácticamente no existen estancias y en algunas zonas
predomina el minifundio, con su secuela de déficit. La población en
general está dispersa, como es típico en el campo uruguayo, pero exis-
7
ten algunos centros poblados, uno de ellos de creciente urbanización.
Las producciones principales son los cultivos de chacra: trigo, maíz,
girasol, la horticultura con fines de autoabastecimiento, la pequeña ga¬
nadería, la lechería y algunas industrias domésticas. El mercado prin¬
cipal para la colocación de estos productos es la ciudad de Meló. La
comercialización no tiene una organización satisfactoria que defienda
al productor. En general resulta difícil a los hombres que no tienen me¬
dios propios de-subsistencia, encontrar fuentes de trabajo permanentes
y remunerado ras, de lo que se deriva un nivel de vida más bajo para
las familias de los peones. Toda la zona está fuertemente influenciada
por la vida de frontera, tanto en lo que tiene que ver con el idioma de
niños y adultos, como en sus repercusiones en la economía regional y
en la cultura.
Existen problemas de vivienda, de caminos, de alimentación, de cul¬
tura general, de organización familiar, etc. Son los problemas comu¬
nes a casi todas nuestras zonas de pequeña agricultura, pero que en La
Mina, como en todos los lugares donde la educación alerta las concien¬
cias, afloran, para dar sentido a un plan de trabajo en que maestros y
vecinqs persiguen el ideal de ayudarse para "vivir mejor".
8
II.- El personal :
un equipo
de educadores.
Son bien sabidas las condiciones de aislamiento en que actúan los ma¬
estros rurales. En La Mina la organización nuclear ha logrado suprimir
en un grado importante la soledad ffsica y profesional de los maestros.
Claro está que cada maestro actúa y vive en su escuela en las con¬
diciones habituales» pero sus contactos con los compañeros que están
en igual situación en las demás escuelas y la frecuente visita del cuer¬
po de especialistas impregnan la vida del maestro de un sentido de em¬
presa común, de responsabilidad compartida. El trabajo es de todos y en
estos cinco años la acción del Núcleo, en sus luces y en sus sombras,
ha sido la acción de un verdadero equipo de educadores.
Hemos hablado de un cuerpo de especialistas. Veamos quienes lo in¬
tegran y como actúan. A los maestros que atienden las clases de las es¬
cuelas se suman algunos funcionarios especiales; no tienen, como hemos
dicho, clase ni escuela a su cargo y rotan por todas las zonas, colaboran¬
do con los maestros de clase y cumpliendo ellos mismos tareas que a-
quéllos no pueden realizar.
Asi, la Maestra de Educación Estética orienta a los maestros en el
cumplimiento del programa escolar de expresión: canto» danzas» drama-
tización, títeres, decoración escolar, y les da asesoramiento para lle¬
nar de contenidos culturales y artísticos las actividades con los grupos
de jóvenes y aun de adultos. En el Núcleo son muy frecuentes los actos
públicos, ya culturales, ya recreativos, y esta Maestra interviene en su
programación y en su desarrollo. Su acordeón a piano del que rara vez
se separa, es para los niños y para los mayores el anuncio de un rato de
alegría, a veces de intimidad recogida.
9
Una Maestra de Hogar dirige todo lo relativo al mejoramiento de la
vida familiar. Es esta una inmensa tarea, dirigida principalmente a las
mujeres, tanto las jóvenes ex alumnas como las dueñas de casa. Se cum¬
ple a domicilio, casa por casa, en reuniones de grupos en las escuelas
en jornadas regionales, en fin, en todas aquellas formas que pueden con¬
tribuir a fortalecer la posición de la mujer en el seno de la familia y su
propia actitud ante la vida. Es una empresa basada, más que en la tras¬
misión de técnicas, en una entrega íntima, de mujer a mujer, lo que lle¬
va tiempo y exige una fuerte vocación para superar los frecuentes moti¬
vos de desaliento. Comparten este esfuerzo todos los maestros del Nú¬
cleo, cada uno en su zona, y una Experta en Manualidades, que atiende
principalmente la tarea de instruir en las técnicas del hogar a los gru¬
pos de mujeres organizados en las escuelas.
El Maestro Secretario tiene a su cargo algunas tareas de oficina, pe¬
ro principalmente la producción de ayudas audiovisuales. El mimeógrafo
es su gran auxiliar. De sus manos salen millares de "Hojas Instructivas"
"Hojas Informativas" , cartillas para adultos, publicaciones para los ni¬
ños, folletos destinados a difundir entre el magisterio los aspectos ya
más logrados de la experiencia, asi como el "Boletín para Maestros",
destinado al personal del Núcleo. Produce también fotografías, diaposi¬
tivas, carteles, material de decoración y tiene a su cargo las exhibicio¬
nes de cine.
El Experto Agrario, egresado de una de las Escuelas Agrarias de la
Universidad del Trabajo, dirige los cultivos, trabaja con los niños en las
huertas y viveros, asesora a maestros y vecinos en cuestiones de pro¬
ducción. Es el suyo, también, un trabajo de amplitud, en el que colabora
un Peón. Desde luego, como cada escuela tiene su predio y como cada vez
los vecinos muestran mayor apetencia por el dominio de las técnicas mo¬
dernas de cultivo, el personal agronómico ya resulta insuficiente.
10
Los especialistas que hemos enumerado dependen del Consejo Nacio¬
nal de Enseñanza Primaria» Lo mismo ocurre» claro está» con el Maes¬
tro Director del Núcleo» cuya función es la de orientación general del
trabajo» A él correspondió dar inicialmente a todo el personal los cono¬
cimientos teóricos en materia de educación fundamental» asi como las
indicaciones de método para investigar la realidad del medio y aprove¬
char los intereses existentes para la puesta en marcha de los distintos
aspectos del plan. En su visita alas escuelas da sugerencias a los maes¬
tros para el desarrolla de la labor escolar y extraescolar» teniendo a su'
cargo también la coordinación del trabajo de los especialistas y las re¬
laciones del Núcleo con las autoridades e instituciones de Meló y de Mon¬
tevideo.
Pero el Núcleo cuenta» además» con una valiosa funcionaría» la Enfer¬
mera, designada por el Ministerio de Salud Pública y radicada en La Mi¬
na por el Centro de Salud deMelo.’La fupción de esta Enfermera» egre¬
sada de la Escuela Universitaria de Enfermería» es de gran trascenden¬
cia en la educación sanitaria de la zona. A ella nos referiremos con ma¬
yor detalle más adelante» Lo que aquí quisiéramos destacar es el resul¬
tado extraordinario que ha dado la ayuda mutua de la Enfermera y los
Maestros. Aquella asesora a éstos» eitos multiplican el esfuerzo de la
Enfermera auxiliándola en la. pesada tarea de recorrer los doscientos
cincuenta kilómetros cuadrados de la zona de influencia» llevando a los
hogares consejo y alivio.
Por temporadas» el Ministerio de Ganadería y Agricultura ha soste¬
nido en La Mina a un Ingeniero Agrónomo. Es una contribución poderosa
al programa del Núcleo Escolar. Los problemas económicos de la zona
son determinantes de muchas carencias y actitudes» difíciles de superar
si los ingresos familiares no son acrecidos por una acción de fomento de
la producción. La educación» la salud y la producción son los tres pila¬
res básicos del bienestar rural y el Núcleo Escolar, como institución de
sentido integral» necesita la colaboración de un Ingeniero Agrónomo» lo
que» repetimos» no siempre ha sido posible.
11
Se comprende claramente que este equipo de especialistas, signifi¬
ca una contribución muy valiosa a la formación y rendimiento de los
maestros, a la organización vecinal, al cumplimiento total del enfoque
educativo entre niños y adultos. Afortunadamente, especialistas y maes¬
tros trabajan estrechamente unidos. Los maestros de clase atienden sus
trabajos escolares y tienen a su cargo aspectos del trabajo social, más
o menos amplios, según el número de maestros de la escuela y según
los problemas de la zona. La colaboración que les presta el cuerpo de
especialistas no los desplaza de su puesto de orientadores del vecinda¬
rio. La experiencia nos ha dicho que el funcionario clave en cada zona
es su maestro de escuela. El especialista refuerza su acción, simple¬
mente.
Es natural que esta acción conjunta requiera mucho planeamiento.
Los maestros del Núcleo celebran muy frecuentes reuniones, sacrifi¬
cando días de fin de semana varias veces por mes. Mensualmente tie¬
ne lugar una reunión de organización del trabajo de asistencia obliga¬
toria. En ella se formula el plan anual de actividades, se hacen evalua¬
ciones parciales de la labor, se determinan todos los detalles de cada
aspecto y de cada período de trabajo. Las reuniones son presididas en
forma rotativa por los maestros. De ellas salen fortalecidos, porque
la reunión reafirma de manera constructiva la idea básica de estar en
un trabajo de equipo. A veces, los temas son discutidos con calor, con
el apasionamiento que en el trabajador social deben despertar proble¬
mas humanos tan viejos, tan hondos y difíciles como los que existen en
La Mina. Y la angustia, que por un instante pudo dominar los corazones,
tiene que ser aventada con una reflexión a la irrenunciablé grandeza de
la aventura humana, o con una canción.
En otro fin de semana los maestros vuelven a reunirse durante dos
días en la Escuela Central. Llevan consigo camas y colchones y dedi¬
can esos dos días a mejorar sus conocimientos. Son las "reuniones de
12
estudio 0 en que sé tratan temas de teoría educacional, de Ciencias so¬
ciales, de agronomía, de taller, de expresión, de salud, de nutrición.
Todo cabe en estas jornadas con tal de que resulte útil a la propia for¬
mación del maestro. Son jornadas que traducen la permanente insufi¬
ciencia del saber del maestro, convertida aquí en estimulo para un me¬
jor conocimiento mediante el trabajó y el estudio en común. La llegada
de la vieja camioneta con los grupos de maestros, la jornada creadora,
el rato dedicado ál volleyball, la noche del sábado con su cena casi fa¬
miliar, su función de cine, las conversaciones junto a la crepitante es¬
tufadlos cantos, las danzas, y el regreso en la tarde del domingo en que
cada uno lleva a su rincón callado algo que los demás pusieron en/él,
todo esto es un capitulo inolvidable de esta breve y densa historia de
cinc© años.
¿Qué alienta a los maestros del Núcleo? ¿Qué podría alentad a cual¬
quier otro grupo que se constituyera con esta o parecida organización
en tantas regiones de nuestra patria? Porque debe descartarse la idea
de que se trata de maestros muy especiales, mucho menos excepciona¬
les. Lo excepcional es el propio trabajo que medianta una organización
y un método permite robustecer la vocación y situar al educador, cqn
-pasión y entrega, en una causa tan importante como la de la educación
rural. El grupo inicial que debutó en el Núcleo con el curso de 19J55 se
ha mantenido casi en su totalidad. La mayor parte de sus integrantes
son de Cerro Largo, algunos con provechosa experiencia en el Centro
Departamental de Misiones; otros han dejado Sus puestos en departa¬
mentos mejor ubicados para estar en La Mina; los hay formados total¬
mente en Montevideo, que llegaron ignorantes de la experiencia cam¬
pesina y se quedaron. Y aun aquellos que pasaron por La Mina y tuvie¬
ron que trasladarse por distintas razones, regresan o escriben y están
siempre de algún modo ligados a estos años que han sido para ellos de
crecimiento.
Sí es una experiencia alentada por el compañerismo, pero también
por la comprensión y permanente estímulo de los Inspectores que han
13
supervisado el ensayo, por el interés con que el magisterio y la prensa
han seguido las alternativas de este proceso educativo, por el apoyo
moral y material de entidades públicas y privadas, tanto en la esfera
departamental como nacional y, principalmente, el trabajo ha sido a- 1
lentado por el propio proceso que se iba cumpliendo en la zona, al cons¬
tatarse cómo paso a paso la colectividad rural iba adhiriendo al progra¬
ma de La Mina. Puesto que la organización cualesquiera sean sus vir¬
tudes, no tiene razón de ser si no logra su objetivo de ayudar a las gen¬
tes a vivir mejor, es indudable que en la reacción de éstas, siempre
progresiva, radica una de las mayores fuentes de entusiasmo del edu¬
cador que siente que, por su prédica y su obra, advienen cambios po¬
sitivos en la comunidad.
Por otra parte, el personal del Núcleo ha sido generosamente esti-
muládo por los organismos internacionales, que desde un principio
vieron con simpatía este trabajo. Este apoyo se concreta en la frecuen¬
te visita y ayuda de la Representante Residente de la Junta de Asisten¬
cia Técnica-de Naciones Unidas en nuestro país, y en el envío de maes¬
tros a cursar estudios en d extranjero: cuatro de ellos hicieron el cur¬
so de un año en el Centro Interamericano de Educación Rural en Rubio,
Venezuela; dos asistieron a cursillos de dos meses sobre alfabetización
de adultos y formación de lideres en el Centro Regional de Educación
Fundamental para la América Latina (CREFAL) enPátzcuaro, México;
la Maestra de Hogar estudió durante cuatro meses problemas de nutri¬
ción en Estados Unidos y otra maestra acaba de asistir a un curso de
Extensión en Economía Doméstica realizado por el Instituto Inte rameri¬
cano de Ciencias Agrícolas en Concepción del Uruguay, República Ar¬
gentina. El Maestro Secretario, a cuyo cargo está la producción de ma¬
terial audiovisual, acaba de recibir una beca para estudiar durante cin¬
co meses técnicas de su especialidad en Turrialba, Costa Rica, tam¬
bién por ofrecimiento del Instituto Interamericano de Ciencias Agríco¬
las. Estas repetidas oportunidades de estudio, como se comprende, in¬
ciden no solamente en el nivel de conocimientos de los maestros, sino
14
en su estado espiritual que resulta estimulado al descubrir los muchos
puntos de contacto de su experiencia y de su lucha con la que en otras
partes de América se está librando contra la ignorancia y el subdesa¬
rrollo.
Sin duda es esta similutud de objetivos y métodos la que ha llevado
a la UNESCO a interesarse porque el Núcleo de La Mina funcione como
Centro Asociado al Proyecto Principal referente a la extensión de la
educación primaria en América Latina, lo que, de concretarse, permi¬
tiría el intercambio de información, experiencias y personal.
Y dentro de fronteras, no puede dejar de mencionarse que uno de los
maestros del Núcleo siguió en 1959 el curso de especialización rural
que se dicta en el Instituto Normal Rural de Cruz de los Caminos, De¬
partamento de Canelones, y que la Sección Educación Rural ha dado o-
* portunidades al personal del Núcleo para exponer sus conocimientos en
asambleas y cursillos.
Decir que el trabajo de los maestros y enfermera del Núcleo es sa¬
crificado y exige devoción no puede resultar novedad para nadie. Los
maestros rurales de todo el país conocen el mismo sacrificio, agrava¬
do por la soledad, cuando se disponen a actuar con sentido social. Si
corresponde señalar que en el cumplimiento de la tarea que les fuera
asignada, los maestros de La Mina debieron superar dificultades ines¬
peradas, principalmente la escasez de recursos y la' falta de locomo¬
ción adecuada. Lo primero se tradujo en limitaciones en los rendimien¬
tos del trabajo; lo segundo determinó que los viajes entre las' escuelas
se hicieran principalmente a caballo y en charret. Durante cuatro años
las funcionarlas mujeres viajaron expuestas a la lluvia, al frfo, al bar¬
ro de los caminos. Fue por la cooperación de los maestros de todo el
país y de algunas personas generosas que, por iniciativa de la Asocia¬
ción de Amigos del Núcleo Escolar, este problema quedó humildemente
resuelto con la adquisición de un vehículo del año 1929. La importancia
que la adecuada locomoción tiene en un trabajo de esta naturaleza mo-
15
vio a la Representante de la Junta de Asistencia Técnica de las Nacio¬
nes Unidas en nuestro país a requerir la ayuda internacional, logrando
que la UNESCO incluyera al Núcleo de La Mina en su plan de Bonos de
Ayuda Mutua. De diferentes partes del mundo' estos bonos han ido lle¬
gando, estando ya muy avanzada la recaudación necesaria para la ad¬
quisición de un vehículo nuevo con tracción en las cuatro ruedas.
Estos hechos demuestran una solidaridad que, proveniente de dentro
o fuera de fronteras, de la generosidad de un colega uruguayo, de un
funcionario internacional o de un ciudadano anónimo de otro país, se
ha he.cho presente en el trabajo de La Mina para robustecerlo y alen¬
tarlo.
III.- El
No es posible dar aquí detallada cuenta délas realizaciones del Nú¬
cleo Escolar. Y una simple enumeración tampoco darfa idea de los mé¬
todos empleados en el trabajo. Preferimos mostrar, en algunas pince¬
ladas, aspectos importantes del trabajó en los distintos campos que a-
barca la acción, sacrificando muchas referencias que pudieran caber
en un informe de mayor extensión.
También resulta difícil clasificar el trabajo en sus diferentes aspec¬
tos. En realidad, éste siempre debe atender complejos de problemas
más que compartimentos independientes de un plan de acción. Por e-
jemplo: muchos niños de la zona no disponen de leche; pero este pro¬
blema está indudablemente ligado a la actitud, conocimientos y posibi¬
lidades de la familia respecto a la alimentación en general, ligado a la
16
superficie de predio disponible, a los ingresos que recibe la familia*
a la comercialización de la leche en la zona, a los conocimientos téc¬
nicos sobre lechería, a la eficacia de ia labor educativa de médicos y
maestros, etc. E s decir, el mismo problema tiene aspectos materiales
y espirituales y a la vez afecta al individuo, a la familia y al vecinda¬
rio todo. Lo mismo podría señalarse para problemas como el del anal¬
fabetismo, la falta del hábito de la lectura, la recreación juvenil, la vi¬
vienda, la vacunación preventiva, etc.' Los problemas están enlazados,
unos a otros como los hilos de únatela de araña. De ahf que él eduoádor
deba tratarlos teniendo en cuenta su mutua dependencia. Él hecho de. que
haya muchos problemas a resolver en una ooraunidádaparece a prime¬
ra vista como un serio obstáculo en su evolución. En la práctica, sin
embargo, se constata que los problemas guardan entre sí una correla¬
ción tal que, dando pasos progresivos en algunos de ellos, evolucionan
indirecta y a veces impensadamente ios demás, porque la cultura de una
región tiene siempre una unidad eme da sentido y orientación a todos los
elementos que la constituyen. Resulta más fácil la acción educativa don¬
de esa unidad, que siempre es relativa, existe en alto grado, que no en
medios donde se hacen sentir elementos disociadores como la fácil co-
municación, la industrialización acelerada, etc.
Estos conceptos aclaran por qué no interesan los cambios por su sig¬
nificación concreta y específica tanto como por sus repercusiones de
orden general. Por ejemplo; se introduce el juego de volleyball entre
los jóvenes más por los mecanismos sociales que pueden derivarse de
él que por la simple acción fisiológica del deporte.
Pese a lo que hemos dicho, podemos clarificar la exposición mencio¬
nando algunas áreas de trabajo y sus contenidos:
a) mejoramiento económico. $
b) salud.
c) capacitación de la mujer y mejoramiento del hogar.
d) actividades con los jóvenes.
.7
e) alfabetización y cultura general.
f) leyes sociales.
g) vida cívica.
h) actividades con los escolares.
Cada uno de estos aspectos, asuvez.es enfocado en la acción desde
tres ángulos diferentes:
- respecto al individuo.
- respecto a la familia.
' - respecto a la comunidad.
Los métodos de trabajo para abarcar con este triple enfoque aquella
lista de contenidos deben ser variados y flexibles y deben conducir a
una acción progresiva. Imposible abarcar todo desde un principio; im¬
posible también determinar anticipadamente por donde comenzar. Las
necesidades locales determinan el plan, de ahf la necesidad de que el
contenido del trabajo social.surja de un previo contacto con el vecin¬
dario en que el educador, con espíritu indagador, realice una buena in¬
vestigación de los problemas, valores y recursos existentes en el me¬
dio. No se trata de sustituir Un medio económico, social’y cultural por
otro, sino de acompañar el proceso evolutivo que espontáneamente se
produce, orientándolo, acelerándolo, favoreciendo el examen de los pro¬
blemas y el hallazgo de so uciones, uniendo voluntades en torno a ne¬
cesidades comunes, estimulando los recursos locales y aproximando
los que puedan provenir de fuera de la zona, principalmente los oficia¬
les.
a) Mejoramiento económico: Con referencia a las actividades de fo¬
mento económico de la zona, la principal de ellas ha sido la horticultu¬
ra doméstica. En toda forma el Núcleo ha impulsado la existencia de
una huerta en cada casa. Los recursos empleados han sido la propagan¬
da - en volantes, cartillas, revistas periódicas, etc. - las visitas domi¬
ciliarias, el trabajo hortícola entre los escolares, las demostraciones
18
a guapo® :de jóvenes y adultos, los «rancursos locales y regionales de
huertas* las «aposiciones* el préstamo de herramientas y, principal¬
mente, la venta directa aprecio de costo de semillas, almácigos y pro¬
ductos «pímieos para combatir plagas. Las escuelas se han convertido
así en. centro® de irradiaciás® de técnicas - por medio de la enseñanza
directa y la distribución de la colección de Hojas instructivas - y cen¬
tros die irradiación; délos productos necesarios parala explotación hor¬
tícola.
La camuña por las huertas familiares que comenzó tímidamente en
1956 fee adquiriendo importancia. Los vecinos, por ejemplo, solicitaron
semillas de papa, de las epe actualmente se distribuyen unos cuatro
mil «pilos anuales. CoralacoliPraEacióra de una empresa industrial se i-
niciaran ensayos ..para la prodiaicciSn tecníficada de cebollas, zapallos,
boniatos, ya. no cofa vistas, al ábástéeimlentolamiliar, sino a la venta en
escala comercial, lo «pe cora el tiempo podrá derivar en un cambio po*
sitivo en, la. economía regional. Los vecinos se habituaron a retirar de
la escuela próxima las hesitas cora las semillas «pe necesitaban, a-
prendiendo a cultivar especies cuya existencia desconocían. Todos los
araos la Espuela Central proveyó de decenas de miles de plantas de al¬
macigo, «pe a precio tojísimo eran adquiridas por los vecinos alistados
era cada éseuéla. Las máepimas aspersoras de «pe dispone el Núcleo co¬
menzaron a andar de casa era casa, y las pagas fueron combatidas, li¬
berando á las - familias de una tradición fatalista.
Otros aspectos del fomento económico que merecen aunque sea rápi¬
da mención sera: la introducción de nuevos cultivos; como él maíz de
Guinea, él sudan grass, la feterita, la remolacha forrajera. En los dos
últimos años alrededor de veinte vecinos hicieron cultivos de maíces
híbridos de AICAP, siendo crecíerate su interés en este aspecto. Se
distribuyera» millares de estacas de sauces, álamos y mimbres, así
como paratas de eucaliptos. De los viveros municipales de Meló se tra¬
jeran paratas de eitrus que los vecinos adquirieron para sus predios.
19
Resultó creciente el interés por el ensayo de fertilizantes y por el vi¬
so de plaguicidas, determinando que la labor del Experto Agrario ten¬
diera cada vez más a ser la de un exterisionista.
Salvo raras excepciones, todos los productos fueron entregados en
venta al contado. Los vecinos aceptaron esta situación y cumplieron
con sus pagos, porque constataron que las semillas eran buenas y ba¬
ratas. Se constituyó así un fondo de fomento hortícola con que se ha¬
cían las adquisiciones. La experiencia resultó exitosa, como lo dice
el número de huertas existentes, que en muchas zonas se aproxima al
de la totalidad de hogares, y el uso cada vez mayor que de las legum¬
bres se hace en la alimentación.
Pero como la venta de semillas ño es propiamente una función per¬
manente de la escuela, en una reunión de delegados de las Comisiones
Pro Fomento de las escuelas realizada en 1959 se les planteó la nece¬
sidad de radicar este servicio en una organización vecinal que con el
tiempo pudiera llegar a ser una verdades cooperativa. Aceptada en
principio la idea por los vecinos, cada Comisión designó un delegado
para integrar junto con representantes de los maestros un comité de
estudio de la iniciativa. Luego de un par de meses de trabajo, quedó e-
laborado un proyecto de reglamento, sancionado finalmente por una
nueva reunión plenar a de representantes de las Comisiones Pro Fo¬
mento.
Nació así, a fines de 1959, la Sociedad Vecinal Por el Fomento Ru¬
ral de la zona del Núcleo Escolar, cuyo objetivo fundamental es el fo¬
mento de las tareas de producción en general, acercando al agricultor
los productos que necesite y estimulándolo con exposiciones, concur¬
sos, préstamo de herramientas y, si es posible, asistencia técnica.
La Comisión Directiva de la institución está integrada por siete dele-^
gados de los vecinos - uno por zona - y tres delegados del personal
del Núcleo. En cada zona un vecino y un maestro integran el Comité
de Zona, que se encarga de las ventas en la localidad y de auscultar
20
las necesidades y opiniones de los agricultores para llevarlas a la Co¬
misión Directiva. Las ventas se realizan exclusivamente a las fami¬
lias afiliadas. La afiliación se paga al ingresar en la Sociedad y vale
cincuenta centésimos. En el estudio que se hizo de este aspecto al re¬
dactarse el reglamento, los vecinos insistieron mucho en la necesaria
modicidad de la cuota de afiliación para favorecer a la totalidad de la
población.
Realizada la organización inicial de la Sociedad con evidente bene¬
ficio para la formación de los lideres regionales y para la existencia
de un clima cada vez más óptimo de acción común con los maestros,
es evidente que la novel institución tiene una importante y difícil obra
a realizar, atendiendo cada vez más aspectos de la vida económica^ re¬
gional y tendiendo lentamente a la adopción de soluciones cooperativas.
Sin duda, la primitiva campaña pro huertas familiares iniciada por el
Núcleo Escolar ha derivado, por el proceso educativo, en un buen pro¬
yecto de organización de uno de los aspectos básicos de la vida de la
comunidad.
Por otra parte, la actitud actual de los productores es en general de
buena receptividad hacia los cambios técnicos. Están en camino de re¬
solverse, como se ha visto, los problemas de abastecimiento del pro¬
ductor, pero los que se derivan de su insuficiencia técnica, de la que
cada vez hay mayor conciencia, no podrán ser atendidos sin la incor¬
poración al equipo de educadores de un Ingeniero Agrónomo especia¬
lizado en extensión agrícola. Creemos que tal medida, que en princi¬
pio cuenta con el respaldo de las autoridades pertinentes, resultaría
de extraordinario rendimiento a la altura en que se encuentran los tra¬
bajos.
Sin duda el surgimiento de nuevos intereses determinará mayores
necesidades, especialmente de créditos. El uso correcto de las técni¬
cas modernas significará un respaldo a las inversiones. Habrá que
hacer experiencia en este campo. Para ello, con los auspicios del Ro-
21
tary Club de Meló y el apoyo de los bancos locales, se ha constituido
un fondo que permitirá la habilitación de algunos vecinos en el desarro¬
llo de sencillos proyectos de producción, tanto en el campo agronómi¬
co como en el de las pequeñas industrias masculinas y femeninas.
La complejidad y vastedad de los problemas económicos obliga a ser
cautelosos, a poner en marcha solamente aquellos mecanismos que
puedan ser fácilmente asimilados por los vecinos, a recoger preferen¬
temente aquellos problemas que por su generalidad o urgencia puedan
interesar más. Lo hecho, con ser bastante, no es más que un modesto
principio. Para una zona como esta las metas satisfactorias en mate¬
ria económica están todavía muy lejos.
b) Salud: Los problemas de salud tienen una naturaleza especial:
en algunos momentos de la vida de la familia adquieren una importan¬
cia fundamental y desplazan, por su gravedad y urgencia, toda otra
preocupación. Antes de la organización del Núcleo Escolaren la zona,
estos problemas se atendían con el viaje del paciente a Meló, con la
consulta al curandero o al entendido o con la simple espera que a ve¬
ces determinaba un desenlace fatal.
En la mayor parte de nuestra campaña los problemas sanitarios ad¬
quieren vigencia al aparecer la enfermedad. La interrupción de la sa¬
lud normal es el factor determinante de lo que podríamos llamar rudi¬
mentaria conciencia sanitaria. El concepto moderno acerca de estos
problemas pone de relieve la importancia de que exista en el pueblo u-
na conciencia sanitaria referida a la conservación de la buena salud y
a la preservación de las enfermedades y no a la erradicación_de las
situaciones patológicas. La medicina preventiva y la educación sanita¬
ria deben llegar a toda la población urbana y rural,para que el indivi¬
duo, la familia y la colectividad adopten todas las medidas que conduz¬
can a asegurar el más alto nivel sanitario.
El Núcleo Escolar de La Mina, que por su dependencia de un orga¬
nismo docente no hubiera podido encontrar por sí solución a este pro-
22
blema, ha puesto en ensayo un tipo de coordinación funcional que ha
dado excelentes frutos. Desde agosto de 1955, el Departamento de Uni¬
dades Sanitarias del Ministerio de Salud Pública ha radicado en La Mi¬
na a una Enfermera Universitaria, la que depende directamente del
Centro de Salud de Meló y actúa en la zona en estrechísimo contacto
con los docentes.
Esta enfermera, con su acción de casa en casa, sus charlas y de¬
mostraciones en reuniones, sus disertaciones a los maestros, sus cam¬
pañas de vacunación y principalmente su estrecho contacto con las mu¬
jeres de la zona, ha iniciado un esfuerzo que está conduciendo, sin
ningún género de dudas, al surgimiento de aquella auténtica y previso¬
ra conciencia sanitaria de que hablábamos.
Decimos esto porque muchas prácticas primitivas han sido sustitui¬
das por las correctas, porque la Enfermera es llamada cada vez me¬
nos para la atención de casos asistenciales urgentes y cada vez más
para dar opinión sobre el cuidado y la alimentación de madres emba¬
razadas y lactantes, porque cuando la escuela convoca a jÓmadas de
trabajo con madres ellas concurren dispuestas a un aprendizaje útil,
porque aumenta día a día la preocupación por aproximar a la zona a
profesionales como el médico y el dentista, porque cuando el Centro,
de Salud de Meló realiza una clínica preventiva materno infantil en u-
na de las escuelas del Núcleo las madres concurren en masa con sus
pequeños hijos, porque las vacunaciones de escolares y preescolares
no son resistidas sino solicitadas. Por todas estas razones afirmamos
que la actitud de los vecinos ante sus problemas de salud evidencia u-
na comprensión mejor de su importancia y del rol que a ellos mismos
cabe en su manejo.
Claro está que este cambio se ha producido por una acción educativa
sostenida y por una actitud de sacrificada entrega a su función por par¬
te de - las Enfermeras que han actuado en el Núcleo. Con la colabora¬
ción de los maestros ha sido posible tener un alto grado de contralor
23
sobre casi todas las embarazadas y lactantes, vinculando sus proble¬
mas de alimentación, de vivienda, de cultura general, al plan de tra¬
bajo del Núcleo. Esto significa millares de visitas a domicilio, reali¬
zadas con comodidades tan precarias como las que proporciona el via¬
je en charret o a caballo.
Cuando los vecinos de La Mina comprendieron en qué medida las co¬
rrectas soluciones a sus problemas de salud eran parte de su felicidad
hicieron gestiones ante el Ministerio de Salud Pública para disponer
de una policlínica periódica a cargo de un médico. Fracasadas estas
gestiones, resolvieron el problema por sí solos. Tras algunas asam¬
bleas en la escuela local, formaron una sociedad mutualista y contra¬
taron su propio médico que los visita dos veces por mes. Los gastos
son financiados con una modesta cuota mensual de cada familia. Más
tarde, se amplió el servicio poniéndose en marcha la clínica odontoló¬
gica. Una Comisión administra el llamado Servicio Médico Vecinal de
La Mina. Maestros, Enfermera, Médicos y vecinos sostienen con cari¬
ño esta experiencia de mutualismo rural que hoy favorece a casi cien
familias. Los domingos de mañana la escuela destinados de sus aulas
para recibir a veinte o treinta vecinos que necesitan asistencia del
médico o la dentista. Es un espectáculo realmente aleccionador.
Pero aparte de estas clínicas sostenidas por el propio vecindario en
la zona del Núcleo tienen lugar aquellas de índole preventiva que orga¬
niza y atiende el Centro de Salud de Meló. Se las ha podido realizar
en todas las zonas, a veces venciendo grandes dificultades para llegar
¿ destino. Un equipo del Centro de Salud constituido por Médico, En¬
fermeras, Inspector Sanitario y Visitadoras, se traslada desde Meló
para atender dos veces por mes estas clínicas que funcionan en los lo¬
cales escolares, a veces en la vivienda de un vecino. Anticipadamente
avisadas concurren las madres con los lactantes, los preescolares y
aquellos escolares que presentan algún problema. Son jomadas inten¬
sas, en que llegan a atenderse un centenar de casos. La mayor parte
24
de las veces el escenario es muy modesto, en ocasiones un simple
rancho; pero allf, inclinado sobre un frágil cuerpecito, el médico cum¬
ple su obra de previsión y de solidaridad humana. Y sus recomenda¬
ciones y consejos son recogidos por la Enfermera y los maestros que
luego, en su trabajo a domicilio y con grupos insistirán en el baño de
sol, en la importancia de la leche, en la necesidád de cultivar una huer¬
ta.
Sin duda el trabajo de fomento sanitario, con este esfuerzo solidario
de la escuela y los servicios médicos, es un capítulo muy exitoso del
trabajo del Núcleo, por los cambios que él va suponiendo tanto en la
mentalidad de la gente, como en la situación real de los problemas sa¬
nitarios principalmente de los niños.
c) Capacitación de la mujer y mejoramiento del hogar: Otro aspec¬
to importante del trabajo, estrechamente vinculado a los anteriores,
es el que tiene que ver con el trabajo de hogar y la capacitación de la
mujer. La educación debe favorecer el fortalecimiento del núcleo fa¬
miliar y dar a la mujer el respaldo necesario para el cumplimiento
de su trascendente misión d e conformación espiritual de la familia.
Es un difícil trabajo, porque la índole de los problemas que se ma¬
nejan es de orden espiritual más que técnico. Las técnicas - el blan¬
queo de la vivienda, la construcción de muebles, la confección de ro¬
pas, el mejoramiento de la alimentación, etc. - son simples medios
para la consecución de algo más importante: alentar a la mujer para
la vida superior de sí misma y de los suyos. El nivel en que empieza
esta obra es a veces bajísimo y los primeros pasos son frecuentemen¬
te los más difíciles. Pero el trabajo se va cumpliendo a ritmo crecien¬
te en los dos grandes campos en que se divide: la acción a domicilio
y el trabajo con grupos.
Todos los maestros del Núcleo cumplen trabajos en los hogares, por
medio de miles de visitas anuales. Estas visitas tuvieron en los prime¬
ros tiempos el carácter de contactos amistosos para favorecer el mu-
25
tuo conocimiento. Pero cumplida esa etapa y realizados el censo y los
planos de cada zona, los maestros comenzaron a obrar conforme a un
plan, extrayendo su programa de acción de las necesidades más senti¬
das y urgentes de los vecinos. Además, se vio la imposibilidad de a-
tender simultáneamente a todas las familias, muchas de las cuales pór
otra pat'te tenfan un nivel de vida bastante satisfactorio. Se eligió, pues,
en cada zona un grupo de hogares para la realización de un trabajo más
urgente e intensivo, alcanzando esta selección actualmente a sesenta y
seis familias. Esto no quiere decir que los demás hogares resulten ol¬
vidados. El Núcleo se conecta con sus habitantes por muchas vfas. Pe¬
ro el poder concentrar parte del trabajo adomicilio en un sector de la
población está dando resultados muy satisfactorios.
El contenido de este trabajo es muy variable. Comprende el trabajo
de fomento económico y sanitario de que ya hemos hablado y además
el blanqueo y decoración de la vivienda, la construcción de basureros
y excusados, la colocación de vidrios en las aberturas ciegas, la intro¬
ducción de mejores prácticas de alimentación, la enseñanza de manua¬
lidades y pequeñas industrias, la construcción de muebles y enseres,
aspectos de organización legal de la familia, la cultura general y la
recreación. Esto noqu ere decir que eri cada casa se cumplan todas es¬
tas actividades conforme a un plan predeterminado. El maestro, por el
contrario, está atento a los intereses de la familia y va haciendo sentir
la necesidad de. resolver los problemas existentes, haciendo lo más
accesibles que sea posible las soluciones.
Es este un hermoso trabajo por el cual los maestros, principalmen¬
te las maeátras mujeres, practican una docencia humilde pero espiri¬
tualmente llena de exigencias. Porque en cada una de esas pequeñas
labores está el germen de una vida mejor. El sentimiento de esta vida
mejor que alienta en la maestra, acaba por prender en la dueña de casa
que se convierte lentamente en la abanderada de su propia causa. Tra¬
bajo, repetimos, lleno de modestia, de dificultades y de satisfacciones»
26
Porque termina existiendo la confianza mutua necesaria que permite
a la maestra incidir con su consejo en la solución de problemas ínti¬
mos de la familia.
El otro campo en que se cumple la capacitación de la mujer consis¬
te en el trabajo con grupos. En todas las escuelas, una o dos veces por
semana, se reúne un grupo de ex alumnas y señoras quienes dedican
un par de horas a la práctica de manuálidades, de recetas culinarias,
charlas sanitarias y actividades recreativas y culturales. El número
de participantes varía, siendo en algunas escuelas reducido y en otras
próximo a las treinta alumnas, predoro nando en algunos casos las se¬
ñoras casadas y en otros las muchachas jóvenes. El número total de
participantes es actualmente de ciento treinta. Las clases son atendi¬
das por las propias maestras, con quienes colaboran la Experta en Ma-
nualidades, la Maestra de Hogar y eventualmente la Enfermera, la
Maestra de Educación Estética o el Maestro Secretario.
i
El trabajo con grupos tiene la ventaja de ser un complemento del
trabajo a domicilio, pues permite cumplir determinadas actividades
con un rendimiento mayor. Desde el punto de vista cívico tiene el va¬
lor de acostumbrar a las alumnas a la distribución de tareas, la dis¬
cusión, la responsabilidad, la ayuda mutua.
Se procura despojar a la reunión de un posible cariz sistemático pa¬
ra convertir en cambio el aula en un taller en que cada una tiene una
tarea conforme a sus intereses y aptitudes. La reunión vale, además,
por los elementos de sociabilidad puestos en juego: tomar una determi¬
nación en común, sentarse a la mesa a comer el plato que el grupo
preparo, cantar, practicar una danza folklórica, jugar un rato al volley-
ball, son actividades que tienden a dar unidad al grupo y a la vez per¬
miten el floi’eeimiento de los valores individuales. El aprendizaje de
técnicas manuales, la charla de valor cultural, el rato de esparcimien¬
to, se unen en estas tardes para dejar prendida en estas mujeres de
hoy y del futuro una razón más para la esperanza.
Una fórmula más está siendo ensayada con éxito en los últimos tiem¬
pos. Se trata del trabajo con grupos de mujeres en una de las casas
de la vecindad. Se ha podido cumplir ya en varias zonas donde se tra¬
baja intensivamente* con la ventaja de que participan de ellas personas
que por una u otra razón no podrían hacerlo en la escuela y de que las
actividades tienen por marco el propio escenario en que transcurre la
vida de las gentes. Este trabajo de ocho o diez muchachas y madres
reunidas en tomo a la mesa de todos los días* es un motivo más de
dignificación del hogar, de elevación de la vida* de aproximación huma¬
na.
En ocasiones, los hombres de las casas vecinas se acercan a la ta¬
rea y toman las herramientas para hacer algo más confortable la vi¬
vienda. Mientras, alguna maestra atiende a los niños, especialmente
los preescolares que de otro modo no tienen ocasiones de aprender
juegos y canciones. Son tardes plenas* que el trabajo en común, la
charla* los cantos y la mesa que se tiende con las comidas prepara¬
das allf mismo* hacen más plenas todavía. Posiblemente son tardes
que dejan un sedimento de inquietudes y deseos en los vecinos. Sin
ninguna duda, para los maestros significan el goce enorme de sentir¬
se verdadéramente cerca de sus vecinos y cerca de si mismos* porque
son tardes de humilde creación.
Finalmente el Núcleo realiza de vez en cuando las llamadas 0 jorna¬
das de trabajo 0 » que se cumplen en la propia escuela o en el hogar de
un vecino. Difieren de las simples clases para adultos en que tienen
un programa más amplio, que incluye las prácticas de cocina y costu¬
ra, las manualidades con los hombres* las charlas sanitarias, la vacu¬
nación, el deporte» el juego de los niños, la función de cine y las can¬
ciones. Un grupo numeroso de especialistas y maestros las prepara e
interviene en ellas* procurando que durante su realización todos los
vecinos, grandes y chicos, estén ocupados o entretenidos. El clima de
trabajo y de amistad que asi se forma resulta un impacto formidable
en la vida de las gentes, y es aprovechado p'or los educadores en su ac-
28
ción posterior. Con la caída de la noche cesa el trabajo; los maestros
regresan en el tractor y el carro y mientras sus canciones se pierden,
los vecinos quedan-con algo nuevo prendido en el alma.
d) Actividades con los jóvenes: Otro capítulo importante del traba¬
jo del Núcleo lo constituye la acción sobre los jóvenes Se comprende
que los aspectos que ya hemos mencionado influyen sobre ellos: en las
visitas a hogares, en las reuniones de mujeres, en el fomento económi¬
co y en otros aspectos que se informan más adelante, los jóvenes de
ambos sexos son tenidos en cuenta. Pero aquí queremos referimos al
trabajo específicamente dirigidos a ellos.
Conviene destacar que de todos los sectores de población de de los
jóvenes es el que mayores esperanzas y a la vez preocupaciones des¬
pierta en el personal del Núcleo. La cultura del medio, se ha dicho,
está impuesta por el adulto. Es posible modificarla, obteniendo algunos
cambios en el pensamiento adulto. Pero una sociedad nueva donde im¬
pere n el bienestar y la solidaridad sólo podrá advenir por un proceso
largo cumplido sobre las generaciones nuevas. Hubo un tiempo en que
los educadores creían poder crear un mundo nuevo con las fuerzas de
los niños mejor educados. Luego de ver, año tras año, como el mundo
de los adultos ahogaba los esfuerzos de la escuela por dotar al niño de
instrumentos para hacer frente a la vida, los maestros rurales han a-
prendido que el progreso resulta de mía acción simultánea sobre todas
las edades y grupos, de modo que la educación abra para el niño las
mejores perspectivas, pero al mismo tiempo logre del adulto una ac¬
titud comprensiva y de apoyo a ciertos cambióse impulse a la genera¬
ción joven a ser ella misma la realizadora consciente del progreso.
Quiere decir que en el joven reconocemos al portador natural de i-
deales de renovación, que en buena parte de los casos no se expresan
constructivamente y sólo llevan a la frustración. Reconocemos tam~
bien al ex alumno de la escuela rural, al muchacho que ha trabajado
en equipo, que se ha sensibilizado en contacto con algunas manifesta-
29
ciones del espíritu, que ha oído hablar recientemente del destino su¬
perior del hombre.
x Ño es posible detallar aquí en qué estado se encuentran los jóvenes
de La Mina. Bastará recordar que se trata de una zona agrícola de in¬
cipiente desarrollo y que la frontera imprime a su vida un estilo par¬
ticular que conduce al desarraigo. La erosión délos mejores hombres
hacia la vida urbana se acentúa cuando el medio no reúne las condicio¬
nes mínimas que hacen promisoria la lucha del hombre joven. El Regi¬
miento, el empleo precario en Meló o Montevideo, la changa ocasional
fuera de la i’egión, el contrabando activo, resultan para algunos de es¬
tos jóvenes más atractivos que la mancera del arado. En tales condi¬
ciones', la labor de la escuela de ninguna manera puede circunscribir¬
se al niño. Dentro de un plan integral, como aspira a ser el del Nú¬
cleo, el joven de ambos sexos merece mucha atención. Y el crédito
de habilitación que algunas instituciones de Meló ofrecen a los habi¬
tantes de la zona debe estar principalmente dirigido a facilitar el de¬
senvolvimiento juvenil.
Las necesidades de recreación han sido atendidas por el Núcleo Es¬
colar. En todas las escuelas se han habilitado días para que los jóve¬
nes se reúnan y pasen un rato feliz. Las actividades son múltiples: jue¬
gos de salón, volleyball masculino y femenino, danzas folklóricas, bai¬
le popular, canciones, obras de teatro y de títeres, charlas culturales,
lecturas, etc.
Se ha procurado que estas actividades no lleguen al joven como un
aporte exterior que lo beneficien individualmente. Se les ha organiza¬
do para actuar en común. En varias zonas existen organizaciones juve¬
niles que tienen sus autoridades y registros de socios. La organización
de los trabajos está entonces en manos de los mismos muchachos, a
quienes asesora algún maestro. El movimiento, además ha tenido la
virtud de acercar a los jóvenes de todas las zonas. Las visitas han me¬
nudeado, se han organizado campeonatos deportivos y algunas concen¬
traciones han reunido durante todo el día a casi trescientos jóvenes.
30 !
Este movimiento apoyado en el trabajo de todos los días, en la labor a
domicilio, en los talleres de manualidades femeninas, en las publica¬
ciones que se editan y en la propia juventud de los maestros del Núcleo,
promete convertirse en un factor esencial del deseado cambio.
Si ha sido posible que un coro de cientos de voces cante a la patria,
a la amistad y al trabajo, ha de ser posible que un nuevo sentido de la
vida oriente a esta juventud. Claro está que la escuela tiene alta res¬
ponsabilidad en esta tarea. Claro está, también, que no la tiene toda.
e) Alfabetización y cultura general: El censo realizado en 1955 arro¬
jó un porcentaje de 30 % de adultos mayores de 15 años que no sabían
servirse de la lectura y la escritura como medio de comunicación De
los demás, seguramente son inmensa mayoría los habitantes que tie¬
nen escasísimas oportunidades de leer. A fines de 1958 el porcentaje
había disminuido al 24 %. Esta modesta reducción del analfabetismo se
debe a la creación de la Escuela No. 113, a una mejor asistencia de los
niños a las escuelas y al trabajo de alfabetización de adultos propia¬
mente dicho.
El Núcleo no ha realizado una campaña de alfabetización; más bien
ha sostenido en cada escuela un servicio permanente de alfabetización.
Conviene recordar aquí algunos principios básicos sobre el tema. La
lectura y la escritura son instrumentos; no valen por sí mismos, sino
por el uso que se les da. Alfabetizar por alfabetizar no tiene sentido;
lo tiene, sí, el crear las condiciones que hacen necesaria la alfabetiza¬
ción. De manera que el aprendizaje de la lectura y la escritura por el
adulto debe cumplirse como parte de todo el programa educativo que
tiende a elevar su vida. Los ejemplos son muchos: el caso de la mucha¬
cha que asiste a las clases de corte y comprende que la alfabetización
le es imprescindible, el de la madre que desea escribir al hijo que vive
lejos, el del jefe de familia que siente que sus negocios no prosperarán
mientras no se libere de la esclavitud de su ignorancia. Quiere decir
31
que para alfabetizarse hay que sentir la necesidad de ello. El trabajo
del educador, luego de la investigación inicial que le dice cuántos son
los analfabetos, dónde están y qué edad e intereses tienen, consiste en
proporcionarles estímulos para que sientan la necesidad de la lectura
y la escritura y luego facilitar el aprendizaje de esos instrumentos dan¬
do las clases en las condiciones más accesibles al adulto.
El trabajo del especialista y las comisiones de maestros que prepa¬
ran material audiovisual resulta aquí de una gran importancia. El Nú¬
cleo se comunica con los vecinos mediante el envío de mucho material
impreso a mimeógrafo. Cada escuela, además de circulares, invitacio¬
nes, etc. edita hojas informativas con las últimas novedades de interés:
realización de clínicas, ofrecimientos de semillas, horarios de activi¬
dades. con grupos, etc.. Se publica, además» la °Coleceión de Hojas Ins¬
tructivas®, donde se dan conocimientos sobre las más diversas técni¬
cas: cultivos, lucha contra plagas agrícolas» recetas de cocina, ideas
para la construcción de muebles, indicaciones sanitarias, etc. La re¬
vista "Manantial 55 llega varias veces por año a todas las familias, con
material diverso: agronomía, salud, alimentación, lectura recreativa,
temas culturales, noticias diversas de la zona, del país y del mundo.
Estas publicaciones y las que son dedicadas a los niños, así como
las circulares que envían a sus afiliados el Servicio Médico Vecinal
de La Mina y la Sociedad Vecinal por el Fomento Rural, han desperta¬
do en un sector de la población el deseo de leer» Las cartillas de lec¬
tura editadas por la Unión Panamericana han tenido la mayor acepta¬
ción, llegando en préstamo a casi todos los hogares. Actualmente, en
cada escuela funciona una pequeña biblioteca circulante con libros y re¬
vistas comprados por los jóvenes o recibidos por donación de institu¬
ciones diversas.
Estos hechos, que implican un largo proceso siempre inconcluso»
crean las condiciones que favorecen la alfabetización del adulto.
32
Como se ha dicho, ésta se realiza eu todas las escuelas; en algunas
con dos o tres alumnos, en otras con más de veinte. El Núcleo no hace
cuestión dél método de enseñanza. los maestros alfabetizado res usan
el método que dominan mejor, generalmente una combinación del méto¬
do fonético y el método global, ayudándose con una cartilla que se ha
redactado especialmente sobre la base de temas de interés para la vi¬
da rural y de fuerte parentesco con las restantes actividades impulsa¬
das por las escuelas. Las clases son individuales o colectivas y se dan
en las escuelas, a domicilio o en las casas donde se agrupan varias
personas para cumplir otras actividades. Las circunstancias determi¬
nan la programación, tratándose de conciliar la disponibilidad de tiem¬
po de maestros y alumnos.
Pero, repetimos, de nada vale la alfabetización si no existe material
de lectura a mano. Con sus publicaciones y los libros de las bibliotecas
circulantes, el Núcleto procura paliar este problema que indudablemen¬
te significa un compromiso para el Estado en escala nacional, ya que
la situación es común a toda la campaña y los llamados analfabetos fun¬
cionales abundan en toda ella.
La cultura general es fomentada, como hemos visto, con los propios
elementos de todo el trabajo. No se trata de dictar cursos o conferen¬
cias, se trata de vivir mejor y de sentir mejor la vida. Cultura general
es, entonces, la comprensión de la receta del médico, el aprendizaje de
un modo eficaz de defenderse de las plagas agrícolas, la discusión de
un tema de interés común en una asamblea, la intervención en una obra
teatral o una danza, la comprensión de una referencia histórica en * Ma¬
nantial", la lectura de una obra de la biblioteca circulante, la exhibi ■
ción de una película. Lo importante no son tanto los contenidos, sino
los móviles inspiradores de la cultura. Y una sociedad rural, atada a
la tradición agrícola y distante de las inquietudes urbanas, no sólo ne
cesita cimentar una cultura propia que no disuelva sus mejores valo¬
res y los fortalezca, sino que está en las mejores condiciones para
ello, pxies el carácter primario de sus agrupamientos y la preeminen-
cia del núcleo familiar en la estructura social favorecen él desarrollo
de la personalidad individual y de la conciencia colectiva con un sen¬
tido armónicos
La escuela pública rural debe ser un elemento en la construcción de
esta cultura. En las condiciones en que orientan su trabajo* las escue¬
las del Núcleo están coadyuvando en esta obra de presente y de futuro.
f) Leyes sociales: Se ha procurado ayudar a las gentes a gozar de
los beneficios de nuestra legislación. No es fácil hacerlo, especial¬
mente cuando favorecer a un vecino significa afectar los intereses de
otro. Todas las escuelas del Núcleo inscriben, como lo hacen las de¬
más escuelas rurales del país, á los atributarios de asignaciones fa¬
miliares rurales., manteniendo, contactocon la Caja existente en,Meló
para allanar todas las dificultades. En la. práctica la asignación fami¬
liar rural resulta insuficiente para garantizar el sostenimiento de los
niños, pero favorece su asistencia a la escuela y'dentro de la penuria
del hogar campesino es un auxilio valioso. De paso debe anotarse que
quedan al margen de sus beneficios aquellos trabajadores que no tie¬
nen radicación fija y no encuentran patrones que certifiquen su condi¬
ción de asalariados y hagan los aportes correspondientes a la Caja.
También carecen de asignación los pequeños propietarios que explo¬
tan en la mayor modestia extensiones de tre_s, cinco o diez hectáreas
y np qtiieren perder su independencia empleándose, lo que les haría
abaldonar el cultivo de su pequeñaparGela. El interés social» Sin tan^
bargo, obligaría a dar a este productor, a veces padre de numerosa
familia, una ayuda que contribuya a sostenerlo en su pequeña propie¬
dad. El porcentaje, pues, de escolares cuyos padres perciben la asig¬
nación familiar es mucho menor al de quienes la necesitan y la mere¬
cen.
Algunos vecinos tienen en trámite jubilaciones o pensiones a la ve¬
jez. Se les ayuda, recabando informaciones en Meló o Montevideo. A
pedido de los propios vecinos, se obtuvo que aquellos pensionistas a
34
la vejez que lo desearan cobraran sus pensiones en las escuelas del Nú¬
cleo sin tener necesidad de trasladarse a la agencia de Acegúa, lo que
para algunos significaba gastos y sacrificio. Cuarenta ancianos cobran,
pues, süs pensiones en la escuela más cercana a su domicilio.
Existen en la zona uniones no legalizadas. En los casos en que resul¬
ta conveniente, los maestros despiertan el interés délos concubinos por
regularizar su unión, para lo que se cuenta con la buena disposición del
Juez de Paz Seccional. Igualmente, se tramitan inscripciones de oficio
de los niños no anotados oportunamente en el Registro Civil Son mu¬
chos los que se encuentran en esas condiciones. Aproximadamente cien
de ellos han sido inscriptos ya, con intervención de los maestros y de
la Maéstra de Hogar. Un complemento de este trabajo consiste en lo¬
grar que todos los niños que van naciendo sean inscriptos, cualquiera
sea la condición en que nacen, loquees fomentado por la propia Enfer¬
mera en la primera ocasión que visita al recién nacido.
Esta contribución del personal del Núcleo para la aplicación de al¬
gunas de nuestras leyes sociales recarga, desde luego, sus tareas, pe¬
ro significa un aporte más para la valoración de la ley y de la vida fa¬
miliar bien organizada)
g) Vida cívica: Hemos dicho anteriormente que la acción educativa
debe hacerse llegar al individuo, a la familia y a la colectividad, En
todas las ocasiones y asuntos en que resulta posible, se procura que
los problemas sean sentidos y resueltos en forma colectiva. Las ca¬
racterísticas del habitante de nuestra campaña es se inclinan más ha¬
cia el individualismo que hacia la solidaridad activa. De ahí que el
personal del Núcleo haya sostenido que los vecindarios en que actúa
no constituyen propiamente "comunidades" en un sentido estricto, por
faltarles el grado adecuado de cohesión social implícito en el término
comunidad.
Pero estos cinco años han ido estableciendo algunos cambios en es-
35
te terreno. Se realizan en las escuelas muchas reuniones y asambleas,
de jóvenes, de mujeres, de productores, o de vecinos en general. Y en
cada una.de ellas, al encontrarse la solución a un problema, se destaca
la importancia de aunar los esfuerzos y acortar las distancias entre
los hombres. Esto se ha ido cumpliendo en cada zona y en todas ellas
a la vez. Las concentraciones, los campeonatos, las exposiciones, las
visitas, el envío-de delegaciones a Meló, la redacción y envío de notas,
el trabajo común en el arreglo délas escuelas, ios caminos o el hogar
de un vecino desamparado, han. resultado motivos positivos para el sur¬
gimiento de una conciencia más atenta a las necesidades comunes, Jus¬
to es consignar que cada vez más ios planteamientos son hechos por
los propios vecinos que se valen de las organizaciones puestas en mar¬
cha para procurar la solución de sus problemas. Los maestros, puede
decirse, han actuado como elementos aglutinantes. Tal vez la propia
unión que entre ellos tienen ha trascendido como buen ejemplo a los ve¬
cinos. Pero a medida que se realizan progresos, es indudable que se
va afirmando el sentimiento de que se pertenece a una comunidad, a la¬
que hay que dar una parte de si para obtener su reconocimiento y apo¬
yo.
Esto no se obtiene con discursos solamente, sino a través del pro¬
pio trabajo. Cuando los vecinos de Paso de María Isabel resolvieron,
el problema de poner en condiciones el local que ofrecerían al Estado
para asiento de su futura escuela, tuvieron conciencia de sus fuerzas
y ya no temieron emprender el arreglo de sus caminos, ni la ayuda a
una vecina que por dos veces perdió su vivienda, ni el sostenimiento
de un comedor escolar encarecido por el costo de los alimentos y el
hambre de los niños.
La constitución del Servicio Médico Vecinal de La Mina resultó a los
pobladores de esa" zona un ejemplo claro de los cambios que pueden
producirse sumando pequeños esfuerzos. La experiencia se repitió al
darse andamiento, por un proceso que ya hemos detallado, a la crea-
36
ción de la Sociedad Vecinal por el Fomento Rural, llamada a resolver
un importante problema de la zona, a incorporara todos los vecinos a
su registro de afiliados y a constituirse en institución formadora de
dirigentes.
Comentario aparte merecen las Comisiones Pro Fomento Escolar,
cuya función se procura extender para el tratamiento de todos aquellos
problemas directa o indirectamente vinculados al progreso de las es¬
cuelas y al bienestar delosniños. Enlos últimos años, estas Comisio¬
nes han tenido ocasión de tomar contacto entre sí y de discutir los
problemas que les eran comunes, evidenciando tales reuniones la fuer¬
za que púeden adquirir los vecindarios puestos a construir el mundo
futuro sobre la base de un presente lleno de problemas. A la vez, ta¬
les reuniones constituyen una escuela viva de civismo y una ocasión
propicia para el surgimiento de auténticos lideres del progreso veci¬
nal.
Lo importante es que, por tantas vías distintas, haya una creciente
responsabilidad colectiva. Hoy la escuela está simbolizando para estos
vecinos la conciencia común que impulsa la evolución. Cada vez más
importa que esta conciencia se incorpore al sentir de cada uno, para
que el progreso sea vivido como algo que se conquista palmo a palmo
por el ejercicio de las fuerzas unidas de todos.
Cuando a fines de 1957 las Comisiones Pro Fomento se enteraron de
que había finalizado el plazo, de tres años acordado por el Consejo de
Enseñanza para la realización de la experiencia y advirtieron que la
organización que les estaba favoreciendo podía ser trasladada o supri¬
mida, se movilizaron y movilizaron a la totalidad de los vecinos diri¬
giendo notas al Consejo de Enseñanza pidiendo la radicación definitiva
del Núcleo en la zona. Seguramente fue ese uno de los momentos en
que los vecindarios espontáneamente se unieron en torno a lo que con¬
sideraban un interés común. Si se quiere, es un indicio de que el pro¬
ceso educativo está conduciendo lentamente a la constitución de cornu-
37
nidades.
h) Actividades con los escolares: Hasta ahora nos hemos referido
al trabajo que se realiza' con los vecinos, orientándolos hacia la solu¬
ción de distintos problemas. Se acostumbra llamar a este trabajo del
maestro ^actividades periescolares o extraescolares*.
¿Cómo atienden los maestros de clase las actividades típicamente
"escolares 0 , es decir, las que tienen que ver con la educación de los
alumnos de las escuelas? t
Ya se ha dicho que las escuelas del Núcleo no cumplen otro progra¬
ma con los niños que el programa vigente para todas las escuelas rura¬
les. Los maestros, pues, deben dedicar el tiempo necesario ala aten¬
ción de lo que podría llamarse función natural de la escuela: educar
a sus alumnos. Esto insume no solamente las horas de clase (cinco en
invierno y cuatro en verano) sino también el tiempo necesario para el
planeamiento y preparación del trabajo de aula.
Pretendemos afirmar que esta labor se cumple con regularidad y
que los niños de estas escuelas no resultan perjudicados por el hecho
de que sus maestros dediquen atención y esfuerzo al cumplimiento de
tareas periescolares. Es verdad que a veces la clase se interrumpe
al llegar a la escuela un vecino apurado por llevar algunas semillas.
Es verdad que es habitual que se concurra a la escuela en busca de
primeros auxilios para un accidentado y que tales casos no tienen hora
determinada. Es verdad que en los días en que funcionan en la escuela
clínicas o cursos del hogar los salones son acondicionados para ello
y tal vez preda resultar necesario que al día siguiente algunos niños
vuelvan las cosas a su lugar. Y es verdad, también, que en general
los maestros del Núcleo sintieron, a lo largo de esta experiencia a
plazo fijo, que la jornada de trabajo resultaba corta para la magnitud
de la tarea a realizar. No en vano habían corrido décadas de inadecua¬
ción de la escuela a las necesidades del medio.
38
Al tomar ingerencia en ciertos problemas de la comunidad, la es¬
cuela pierde el formalismo de las aulas inalterables, de los horarios
rígidos, de los contenidos académicos. Y gana en vida. Porque, ¿no
será para el niño altamente educativo el clima de una escuela atenta
a los problemas del hogar, de la familia, de la producción? ¿No será
importante que el esfuerzo por hacer sentir el carácter colectivo que
tienen los problemas humanos comience en el niño mismo? Si quere¬
mos una actitud nueva en el adulto, ¿no debemos asegurar que el niño
la incorpore a su manera natural de ser, como resultado del trabajo
de la escuela y de modo que en el futuro no haya que emplear con él
la palabra w recuperar**?
Esta nueva educación, de contenido integral, que quiere alcanzar en
el grado necesario a todos los problemas de todos los hombres, debe
comenzar por llegar a todos los niños dentro de una misma doctrina,
cuyo objetivo fundamental es el desarrollo pleno de la personalidad por
el trabajo y la solidaridad.
De modo que aún con las grandes dificultades que impiden siempre
que los principios se concreten en realizaciones en el grado en que se¬
ria deseable, corresponde decir que dentro del trabajo del Núcleo la ac¬
ción escolar y la. obra periescolar no son contrarias, antes se comple¬
mentan y se apoyan mutuamente. La acción ejercida sobre el adulto
crea condiciones favorables a la mejor formación del niño. Y el cum¬
plimiento del programa actual en la labor con los niños asegura en és¬
tos una comprensión adecuada de los problemas de su medio y por con¬
secuencia una mejor ubicación social en el futuro.
Hemos hablado de dificultades y el término puede merecer aclara¬
ción. Hubiera sido deseable que un trabajo como el de La Mina, con
propósitos de educación integral de la comunidad, contara con los re¬
cursos necesarios para atender bien a los niños. Dentro de esta aten¬
ción hubiera sido básico disponer de buenos locales escolares, de úti¬
les suficientes, de rubros que aseguraran la alimentación y el abrigo
39
del niño e incluso de las garantías necesarias para asegurar la asis¬
tencia de todos los niños a la escuela. Nada de esto se ha tenido en un
nivel diferente al que es común a todas las escuelas.. La pobreza ma¬
terial de la escuela pública rural incluye a las siete escuelas del Nú¬
cleo. Alguna de ellas funciona aún en un rancho, todas las Comisiones
Pro Fomento deben realizar ingentes esfuerzos por mantener durante
todo el curso los comedores escolares y en 1958 no llegó a las escue¬
las ni uno solo de los muchos útiles escolares imprescindibles.
En tales condiciones ¿no será la escuela misma, sometida a este es¬
tado de pobreza, un factor de retroceso' del medio rural al no garanti¬
zar para sus escolares el mínimo de atenciones indispensables y al er¬
radicar hacia el medio urbano a los alumnos cuyos padres pueden ele-
gir para sus hijos una mejor escuela?
Como el problema es de orden general, no ahondaremos aquí en el,
pero nuestra posición es muy clara: donde el niño no es favorecido por
el medio debe serlo por la escuela. Ala indigencia de aquel, enfrente¬
mos la generosa dotación de ésta. No la opulencia, sino simplemente
la posibilidad de disponer de los elementos suficientes para asegurar
su misión. El prjmero de estos elementos radica en una buena alimen¬
tación, que hoy no puede darse en la medida necesaria.
*
En otros sentidos, las escuelas del Núcleo son privilegiadas. El
mismo hecho de que constituyan una organización ya favorce el. inter¬
cambio de impresiones y de materiales entre sus maestros, el aco¬
metimiento de tareas con un sentido solidario,' la financiación colec¬
tiva de algunos elementos de trabajo, las visitas entre escolares, etc.
Y lo que es más importante: alcanzan al escolar los beneficios del tra¬
bajo de los educadores especiales-que tiene el Núcleo. Veamos: en su
recorrida por las .escuelas, la Maestra de Educación Estética asegura
que los niños puedan cumplir las exigencias del programa de expre¬
sión: los niños cantan, danzan, pintan, modelan, recitan, interpretan.
Y lo hacen ahora con facilidad y espontaneidad, porque en cinco años
/ '
40
el niño ha vencido su natural inhibición y los padres han superado su
resistencia a actividades que en otro momento pudieron parecerles u-
na pérdida de tiempo.
El trabajo de las Enfermeras ha sido de extraordinarios resultados
para los eécolares, quienes han sido vacunados, han sido mejor vigi¬
lados e instruidos en temas de salud por maestros capacitados por a-
quellas y han recibido la atención del médico o el dentista con mayor
frecuencia de la que es corriente en campaña. Ocurre frecuentemen¬
te que el maestro rural se encuentra impotente ante un problema de
salud individual o colectivo de sus escolares. En el Núcleo esta sen¬
sación se da con mucha menor frecuencia, porque la existencia de la
Enfermera y la mejor preparación del maestro favorecen la búsque¬
da de alguna solución.
La Maestra de Hogar, asesorando a los maestros sobre comedores
escolares y nutrición en general, favoreciendo la solución de proble¬
mas de organización familiar, interviniendo en la inscripción de ni¬
ños, las asignaciones familiares, la legalización de uniones, orientan¬
do las reuniones de mujeres y, en general, estando junto a las madres
en sus problemas, sin ninguna duda está propendiendo a una vida más
plena para los niños.
La Experta en Manualidades, adiestrando a las dueñas de casa, mu¬
chachas y maestras, ha resuelto muchos problemas, principalmente
de vestido.
El Experto Agrario con su atención a las huertas de las escuelas
y de los hogares es, directa e indirectamente, factor positivo en la a-
limentación de los niños.
El Maestro Secretario, publicando la revista escolar "El Mensaje¬
ro" y cartillas de lectura, llevando cine y diapositivas a las escue¬
las y favoreciendo el buen uso de las ayudas audiovisuales por par¬
te de los maestros, también hace sentir su influencia en la vida esco¬
lar de los niños de la zona.
41
Finalmente, al contar con un Maestro Director sin clase, el Núcleo
dispone de un funcionario a quien cabe la tarea, entre otras, de orien¬
tar la acción docente de los maestros, visitándolos frecuentemente,
oyéndolos en el planteamiento de sus inquietudes, sus éxitos y sus fra¬
casos y, en general, procurando que estas escuelas den cumplimiento
creciente a los fines señalados en el programa escolar.
Dejando a un lado otras razones, por la fuerza de la propia organiza¬
ción de que forma parte, el maestro del Núcleo es un maestro más re¬
cargado de tareas que el maestro rural común, pero también es un
maestro más consciente de su función, mejor preparado y mejor asis¬
tido. Algunos frutos están ya a la vista: cuando los niños egresan de la
escuela quedan conectados a ella por las organizaciones juveniles; a
fines de 1959, más de veinte post-escolares están concurriendo al Li¬
ceo de Enseñanza Secundaria de Meló, seis han ido a la Escuela Agra¬
ria de la misma ciudad y uno asiste en calidad de internado a la Escue¬
la Industrial de Fraile Muerto. Son cifras modestas, que seguirán cre¬
ciendo. Ellas hablan, por un lado, de la lentitud del proceso educacio¬
nal de nuestro país; por otro, van mostrando la intención de los padres
de dar mejores posibilidades a sus hijos.
De llevarse a realización el internado infantil rural que se ha pro¬
puesto para los escolares que transitoria o permanentemente están só-
metidos a condiciones familiares desfavorables, se daría otro impor¬
tante paso por el bienestar de los escolares de la zona del Núcleo. Di¬
cho internado, propuesto ya alas autoridades escolares, funcionaría en
el predio que el Instituto Nacional de Colonización ha puesto a disposi¬
ción del Consejo de Enseñanza Primaria en San Diego.
La creación de la Escuela de Paso de María Isabel, llevando cultura
a niños condenados al analfabetismo, la mejor atención de los comedo¬
res escolares, una más numerosa inscripción de alumnos y el clima ge¬
neral de las actividades escolares, más a tono con las exigencias del
programa, son conquistas que están dejando en cadaniño simientes pa-
42
ra un futuro mejor. Y como ello se cumple como parte de un plan más
amplio, que comprende a toda la colectividad, no nos cabe duda de que
el tiempo ha de decir su última y aprobatoria palabra sobre este tipo
de escuela y de acción escolar sobre sus alumnos.
1. - El Núcleo Escolar, en su organización y en sus métodos, en su.
acción sobre niños y sobre adultos, responde a una doctrina de vigen¬
cia mundial: la escuela es parte esencial de la vida regional y uno de
los elementos indispensables para su progreso. En zonas de desarrollo
insuficiente, la escuela puede y debe iniciar un movimiento de recupe¬
ración material y espiritual que procure poner en pleno uso las fuerzas
y recursos de la comunidad.
2. - Para el cumplimiento de esta función, el Núcleo Escolar ha dis¬
puesto en general del personal necesario, pero ha carecido de recur¬
sos materiales suficientes. LÓ primero se ha traducido en un exitoso
ensayo acerca del papel que pueda corresponder a educadores especia¬
les en las áreas de salud, hogar, recreación, expresión, etc. Lo segun¬
do ha implicado un innecesario esfuerzo del personal por superar las
limitaciones de presupuesto y, en algunos casos, la imposibilidad de a-
cometer en el momento oportuno las tareas que el pían de trabajo se¬
ñalaba.
3. - Los vecinos han reaccionado bien. Ha quedado demostrado que la
43
educación tiene un promisorio campo de acción sobre el adulto de los
vecindarios rurales y que aun en los casos de extrema indigencia ma¬
terial y cultural es posible promover cambios en aspectos primarios
de la vida, como son los de la salud, la alimentación, la producción pa¬
ra la subsistencia. La reacción de los vecinos guarda relación con sus
posibilidades de comprender los objetivos de este nuevo tipo de educa¬
ción. Obtenido esto se suman a los propósitos perseguidos, en lo indi¬
vidual, lo familiar y lo colectivo y aquellos que reúnen condiciones de
lideres, se convierten en promotores de nuevos planteamientos de be¬
neficio general.
. 4.- La educación pone en marcha un proceso de proyecciones incal¬
culables. Indudablemente, los elementos que comienzan a entrar en jue¬
go trascienden lo meramente educativo. Es evidente que la escuela,
promotora de inquietudes, no tiené a mano la solución de todas las in¬
quietudes que advienen, por lo que cabe, a determinada altura de los
trabajos, una coordinación estrecha con otros organismos del Estado
que tienen que ver con el bienestar rural, en especial los que se refie¬
ren a la salud pública y a la vida económica.
5.- La conexión del Consejo de Enseñanza Primaria con el Ministe¬
rio de Salud Pública ha permitido la radicación en La Mina de una En¬
fermera Universitaria y la acción general del Centro de Salud de Meló,
principalmente a través de clínicas preventivas. Esta acción conjunta
ha sido de resultados verdaderamente trascendentes. Es de desear una
conexión similar con el Ministerio de Ganadería y Agricultura y sus
planes de fomento, pues en las ocasiones en que el Núcleo Escolar ha
dispuesto de un Ingeniero Agrónomo y en la acción misma del Experto
Agrario y los maestros, se ha puesto de manifiesto que los producto¬
res están bien dispuestos a recibir ayuda técnica, lo que seria de gran
trascendencia en el futuro de la zona. De este modo quedaría bien inte¬
grada la fórmula mínima esencial del bienestar rural: educación, ealud,
producción.
44
6.- Los Maestros y Especialistas han trabajado con sacrificio y ab¬
negación. Han hecho frente a las dificultades naturales de su trabajo y
a las que pudieron serles evitadas; Pero lo han podido hacer por su ju¬
ventud, por su solidaridad, por los estímulos que dentro y fuera del
pafs ha recibido su trabajo, por la adhesión con que los vecinos han a-
compañado su esfuerzo. Ha sido este un hermoso trabajo de equipo de
un grupo de auténticos educadores rurales. Sin duda, estos cinco años
los han preparado para influir positivamente en el futuro de la educa¬
ción rural del pafs.
V.- El futuro :
Uail,
La educación es un elemento de la vida social. La historia enseña que
nunca se ha desarrollado un sistema educativo que escapara a las de¬
terminantes generales del estilo de vida y de pensamiento de su época.
A su vez, la educación es uno de los medios de que las sociedades se
valen para posibilitar e imponer cambios.
Las sociedades retardatarias ahogan la educación al limitar su come¬
tido a la perpetuación del orden vigente. Las sociedades que luchan por
la generalización de la libertad, la justicia, la plenitud humana, esti¬
mulan la acción esclarecedora de la educación, por la que el hombre
puede descubrir en si mismo las rafees de formas de vida cada vez
superiores. La experimentación pedagógica es siempre una ventana
abierta a todo el futuro del hombre, por modesto que sea el campo del
ensayo.
obrfi
impo
45
Hacemos estas consideraciones con toda humildad. La importancia
de los elementos educativos y vitales que se han manejado en la ac¬
ción del Núcleo no constituyen mérito para su personal. La salud, la
actitud progresista, el espíritu de cooperación, son importantes por
sí mismos. Estos hombres está cambiando en aspectos esenciales de
su ser. En una escuela muy reducida, la vida rural uruguaya ha cam¬
biado. Y por la acción del Núcleo se abren perspectivas de futuro en
dos aspectos: en el exclusivamente regional y en el general.
En lo regional ya lo hemos dicho: existe una actitud general predis¬
puesta a la aceptación de todo cambio progresivo. El Núcleo debe ser
radicado definitivamente en La Mina y ser dotado de todo aquello que
necesita para que su obra culmine: algunos recursos materiales, un
régimen justo de acceso del personal a los cargos y una buena cone¬
xión con los órganos oficiales a cuyo cargo está el fomento económico,
principalmente por la radicación de un Ingeniero Agrónomo en La Mi¬
na.
Pero en lo general habría mucho a pensar, decir y ensayar.
Por de pronto, todo ensayo tiene el valor de una muestra, de algo a
título de ejemplo. Vistos los resultados del ensayo, como pueden ver¬
se en el informe que a fines del957 presentaron por encargo del Con¬
sejo de Enseñanza los tres Inspectores Regionales, ¿corresponde dar
algún paso hacia adelante? Si el Núcleo Escolar nació de la preocupa¬
ción por conducir a una zona rural ala conquista de un mejor nivel de
vida, ¿ son aplicables las conclusiones del ensayo, en algún grado, a
tantas zonas rurales similares y principalmente a aquéllas donde el
hombre uruguayo lleva una existencia miserable, como ocurre en los
llamados rancheríos? Por otra parte, ¿es posible disponer del material
humano necesario para extender en la medida requerida este tipo de e-
ducación? Y llevando el planteamiento fuera de fronteras, ¿es éste un
problema común a toda América? Y en tal caso, si se trata de una em¬
presa colectiva contra el atraso y la ignorancia, ¿en qué escala esta-
46
mos comprometidos en ella?
Los hechos reales tienen siempre mucha más fuerza que las teorías
que sobre ellos echamos a andar. La verdad es que en algunas zonas
de nuestro campo existen problemas que han afectado y continúan a-
fectando la vida y la dignidad humanas. De vez en cuando, la prensa,
la opinión pública o los órganos de gobierno se agitan por esta situa¬
ción, especialmente cuando un suceso de extrema crueldad o miseria
hace aflorar los problemas de esa vida oscura y sin sentido. Las déca¬
das pasan, sin embargo, y estos problemas sociales de la campaña no
encuentran solución. La terquedad de los hechos puede más que las pa¬
labras y las intenciones.
Cerrar los ojos a esto no conduce a nada. Y uno de los modos de
tener los ojos cerrados es permitir que la escuela sea indiferente a
lo que ocurre a su alrededor y año tras año vea desfilar por sus ban¬
cos a grupos de niños que luego resultan inexorablemente devorados
por la mediocridad en que viven.
Cuando la familia cumple su responsabilidad de formar hijos felices,
la misión de la escuela puede abarcar, sin grandes riesgos, un área
más reducida. Pero si familia y escuela cumplen a medias su función
el futuro del niño está amenazado. Y la sociedad resulta vulnerable en
uno más de sus integrantes.
Los hechos pues, nos dicen que algo hay que ajustar en materia de
educación rural para que, por lo menos donde sea necesario, desde la
escuela se bregue por asegurar un mínimo vital a los alumnos.
Sostenemos que ese mínimo vital que deseamos para el niño no pue¬
de ser dado al margen de la sociedad en que vive. No se trata de ali¬
mentarlo, calzarlo y vestirlo, que puede ser urgente e importante, pero
que no alcanza. Se trata de que en el medio en que ese niño vive se des¬
pierten inquietudes y se breen las condiciones para que la vida huma¬
na, toda la vida de todos los hombres, busque y logre el mayor desen-
47
volvimiento posible.
Esto es necesario, esto es obligatorio para nuestro país. Y esta ta¬
rea es, principalmente, tarea de la escuela pública rural. Porque aun
cuando pudiéramos poner en marcha otros organismos más especiali¬
zados, éstos nunca llegarían a los lugares donde ha llegado la escuela
ni tendrían una organización detrás suyo tan fuerte como la de la es¬
cuela pública.
Se trata entonces de reestructurar la educación rural, de adecuarla a
las responsabilidades que ei cada medio pueda tener. Y esto es comple¬
jo, porque conduce a cambios técnicos y administrativos e implica mo¬
dificaciones importantes en la formación del personal docente.
La creación de la Sección Educación Rural por el Consejo de Ense¬
ñanza Primaria responde a estas preocupaciones. Es necesario que
dentro de los organismos técnicos de ese Consejo exista la posibilidad
de estudiar estos problemas y aconsejar soluciones a los mismos.Com¬
pete a esa Sección impulsar el desarrollo en todo el pafs de una políti¬
ca educacional para el medio rural que contemple las necesidades cul¬
turales del niño, pero vele, al mismo tiempo, por protegerlo biológi¬
camente cuando esa protección sea necesaria y por incidir en la vida
de la zona en el grado en que lo requiera su desenvolvimiento. Para
ello, la acción de la Sección debe calar hondo en el sentimiento de los
maestros, porque su obra depende tanto de la posesión de técnicas y
recursos como del calor humano con que se entreguen a ella. Larga
tarea de muchos centenares de educadores, imbuidos déla trascenden¬
cia de su acción, seguros de que en educación ningún esfuerzo queda
perdido. Larga tarea que sólo pueden cumplir hombres y mujeres lle¬
nos de fe en la causa humana.
Dijimos, y lo repetimos, que la educación es parte dé la vida social.
La rodean otros campos de la acción humana sobre los cuales influye
y por los que es permanentemente influenciada. Si esta tarea educati-
48
va que concebimos amplia y prolongada, llegando por todos los caminos
al poblador rural, no es comprendida, estimulada y acompañada por o-
tros esfuerzos gubernamentales y privados que tiendan a resolver to¬
dos aquellos otros problemas que tienen que ver con el bienestar rural,
indudablemente que el cansancio ganará a los educadores y su obra no
llevará al éxito deseado. Por el contrario, si se miran los problemas
del campo con unidad de criterio, si se les investiga debidamente, si se
jerarquizan las urgencias, si se ponen en marcha coordinaciones de
servicios que atiendan la natural ligazón de los problemas, la escuela
rural, con nuevas técnicas, con recursos y con educadores fervorosos
y asistidos, será un importante elemento, entre otros, de la gran em¬
presa recuperadora.
En estos momentos muchos hechos obligan a repensar planteamien¬
tos y soluciones. El país está necesitado de cambios, de empresas que,
aun implicando riesgos, tengan sentido de renovación, de fortalecimien¬
to del alma nacional. Siempre que se habla de renovación se mira ha¬
cia el interior del país, hacia el hombre de nuestra campaña. Y no pue¬
de concebirse una sociedad rural feliz sin un sistema educativo que
cumpla cabalmente su misión.
Los -cinco años de experiencia de educación en La Mina son un mo¬
desto aporte a este planteamiento. Ellos tuvieron su razón de ser en la
angustia que siempre ha despertado en los educadores la pobreza de los
niños. Pasados estos cinco años, el Núcleo Escolar no puede ser más
un hecho aislado. En alguna medida, los resultados de su trabajo han de
ser motivo de reflexión para seguir adelante.
49